En los viajes sucede un fenómeno que me ha ocurrido a mí y, por lo que pude corroborar, a muchos trotamundos más.
Al llegar a un lugar desconocido, por lo general algún perro se hace amigo y se transforma en el anfitrión oficial.
Luego también me pasó de llegar a pueblos donde los perros son hostiles y no permiten que se acerque nadie que no sea su amo. En esos lugares no me asentaba por mucho tiempo.
Entonces, comencé a utilizar el comportamiento de estos amigos peludos como un sensor. Tengo la certeza de que ellos expresan algo que tal vez al turista le pase desapercibido, pero que está flotando en el aire.
Si los canes son juguetones y se acercan a integrar al recién llegado, sin duda es señal de que puedo quedarme tranquila varios días a conocer el lugar y su gente.
Si los canes son juguetones y se acercan a integrar al recién llegado, sin duda es señal de que puedo quedarme tranquila varios días a conocer el lugar y su gente.
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