sábado, 30 de noviembre de 2013

El grito de Guayasamin

Lo primero que quería hacer en Quito era visitar La capilla del hombre y la casa de Oswaldo Guayasamin.
Recuerdo el tiempo que me quedaba observando sus obras durante mi adolescencia. No conocía muchas, pero las que pude apreciar en ese entonces me llegaban muy profundo y hacían correr en mis venas un grito de justicia, amor a la tierra y a la humanidad.
Al conocer su museo, pude impregnarme de la sensibilidad con la que Guayasamin sentía el dolor del mundo.
Sabía que cada persona con hambre, cada alma subyugada, cada pueblo oprimido, cada persona torturada, eran heridas que repercutían en todos y cada uno de nosotros.
Su obra se integró por tres etapas:  
  1. Huacayñán "El camino del llanto". Compuso más de cien telas basándose en su viaje de dos años desde México hasta la Patagonia, con temática indígena.
  2. La edad de la ira. En ella muestra mujeres llorando, cuerpos desnutridos, rostros asustados, manos huesudas, campos de concentración. Denuncia las atrocidades de la guerra de Vietnam, la destrucción de poblados enteros en varios países del mundo, las dictaduras militares latinoamericanas y los desaparecidos.


  3. La edad de la ternura. En esta etapa muestra escenas de madres abrazando a sus hijos, mujeres y niños con rostros despejados, esperanzados.




La vivencia de observar sus obras fue intensa. Por un lado aprendí que hay muchas formas de realizar acción política, sin ser necesariamente un político. Con mucha maestría expresó su pensamiento y el deseo de un mundo sin pobreza, marginación ni explotación. Al mismo tiempo denunció. Sus obras gritan, claman por justicia. Ese grito hizo eco en mí y aún sigue resonando.
Algo que aprendí en este viaje fue a derribar prejuicios. Pero antes de deshacer un prejuicio es necesario reconocerlo, darse cuenta que estaba habitando en uno, moldeando pensamientos, actitudes y acciones. Influyendo para que nos acerquemos o no a alguna persona. 
Me dí cuenta que había aprendido desde pequeña a tenerle miedo a personas de color de piel negra o canela. Pero eso no lo aprendí de mis padres. Ellos siempre fueron muy claros al enseñarme a amar la vida, a valorar la vida de todos los seres y a no discriminar. Recuerdo que hasta mi adolescencia yo no tenía noción de lindo o feo. Para mí era fulano o mengana y era lindo o linda en sí. No entendía cuando alguien me preguntaba ¿es linda tu mamá?, ¿Qué pregunta era esa? 
Entonces, ¿donde aprendí esos prejuicios? En la cultura de la ciudad, los libros, las películas, las series de TV.
Viene a mi mente un estudio que hicieron en México sobre racismo. Filmaron a muchos niños a los cuales les colocaron un muñeco negro y otro blanco frente a ellos y les preguntaron cual era bueno y cual era malo. Cabe destacar que para hacer este trabajo buscaron en todas las jugueterias de México y no encontraron ningún muñeco moreno, por lo que tuvieron que comprar uno blanco y pintarlo. Vean el resultado:


Entonces, queridos amigos, por más abiertos que nos creamos, el primer paso consiste en mirar bien adentro y dejar caer nuestras propias mentiras. Mientras dentro nuestro siga existiendo la voz que nos haga creernos diferentes o superiores a cualquier otra persona, grupo o, incluso, a cualquier otro ser vivo, seguiremos contribuyendo a reproducir un mundo fragmentado, liderado por relaciones de dominación y violencia.

Para quienes quieran viajar a Quito
  • El museo de Guayasamin lleva varias horas. Vayan con tiempo para poder saborearlo. 
  • El teleferico (que sale U$S8 la entrada) es una buena alternativa. Una vez arriba se pueden hacer caminatas muy bellas en la montana. Vale la pena ir temprano para aprovechar mejor el sol. Por la tarde suele nublarse y hacer mucho frío. Se llega a una altura próxima a los 4000m. Por eso se recomienda tomar todos los recaudos para el mal de altura.
  • El centro histórico es muy interesante. Ideal para caminar con la cámara fotográfica en mano.
  • En la casa de la cultura hay una exposición de arqueologia muy interesante. La entrada es gratuita.
  • El centro cultural metropolitano también es de entrada gratuita. El edificio es hermoso y suele haber exposiciones. Cuenta con bibliotecas muy completas, ordenadas por áreas. Allí hay acceso gratuito a computadoras con Internet.
  • El Palacio Presidencial es un edificio que es muy interesante para conocer acerca de la visión del presidente ecuatoriano sobre su país. La entrada también es gratuita.

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