viernes, 13 de diciembre de 2013

Más aventuras en la selva!

Pegué un salto. Antes de Quito estuve en Tena.  Es una ciudad húmeda y calurosa. No tiene una arquitectura que llame la atención. Pero su interés turístico es que está emplazada en la selva. Basta caminar un poco para adentrarse en una naturaleza exuberante.
A diferencia de Puyo, hace más calor y los mosquitos no te dan tregua.
Me hospedé en la casa de Timothy. Al llegar me asombró la cantidad de gente que había. Vive con su familia y además hospeda a personas que, como yo, andan viajando.
Más me sorprendí todavía cuando fui conociendo a Timo. Si hay algo en que la gente de la selva es muy rica, es en la cantidad de aventuras que tienen para contar. Timothy no se queda atrás. El año pasado participó de una travesía por el Amazonas que se llamó Amazon 5000. Un grupo de treinta personas partieron desde Ecuador para recorrer la selva amazónica hasta el Atlántico. Durante once meses la supervivencia dependió de las habilidades del grupo. Sólo el diez por ciento de ellos logró completar la meta. Timo fue uno de ellos. 
Aquí hay algunos vídeos de la experiencia para que vayan chusmeando. En breve se va a estrenar el documental en USA.


En el siguiente vídeo lo pueden ver a Timothy, al lado de Mickey Grosman (es el de vincha). Sonriente, como suele estar.


Cada día era una oportunidad para conocer más de aquella aventura que le marcó tanto su vida. No solo tuvieron que vérselas con las fieras, con  el tener que arreglárselas sin las facilidades de la civilización. También vivieron episodios con piratas de la selva, que los capturaron y los torturaron pensando que eran agentes del gobierno o algo así. La mayoría fue desistiendo en el camino. No era nada fácil.
Me generó mucha admiración. Volví a sentirme esa niña ávida de historias de aventura.

En la casa había una familia barilochense, una pareja de franceses, una italiana y muchos chicos argentinos que viajaban vendiendo trufas y tocando música en bares.
Se armaban comidas comunitarias, fogones, charlas interesantes. A pocos metros de la casa de Timo está el río, donde todos los días nos bañábamos y nos hacíamos la sesión de spa, untando nuestra piel con barro. Puro disfrute!

Cocinando


Músicos en acción
La familia de Timo es bien alegre. Las risas eran la música de fondo cotidiana. Fue hermoso sentir la fuerza contagiosa de la alegría. Era imposible escucharlas sin sonreír también.
Un fin de semana llegaron Ben (de Escocia), Tsakia, Pablo, Naty y Estefi (de Quito).

Ben, Pablo y Timo

Naty
Trajeron música y conocí a un grupo ecuatoriano que me encantó. Se llama Swing original monks. Les comparto este tema que cada vez que lo escucho me dan ganas de bailar:


Otro día fuimos a visitar la Cascada de las Latas con la Tana, Silvi, una chica alemana que recién llegaba, y Timo. Es una caminata de veinte minutos y, al llegar se ve una cascada hermosa.


El camino a las cascadas
Cascada de las latas
Visto desde arriba

Ahí estamos los cuatro

También visité el Puerto Misahualli, que es famoso por tener monos en libertad que se acercan para "robar" comida o cualquier cosa que puedas tener en tus manos.
A mí se me acercó un mono indiscreto que quiso sacarme mi mochila. Como no se lo permití se fue, volvió velozmente por mi espalda y me mordió el hombro. No me lastimó. Pero ante esta situación me levanté y vi que había un grupo de visitantes que estaban molestando estos animales, por lo que estaban bastante exitados.


Es un lugar lindo, el río es bien ancho y se pueden hacer paseos en lanchas colectivas hacia un museo comunitario y otros atractivos vinculados a las comunidades de la zona. Sin embargo, para mí el río de la casa de Timo era lo mejor.
A la segunda semana se fueron la mayoría de los argentinos y quedamos Nico, Julie, Jose, Silvi y yo. Al ser menos, los encuentros y las charlas eran más cercanas y profundas. También interactué más con la familia de Timo. Magda me enseñó a tejer a crochet. 
He disfrutado quince días en este bello lugar. Cada vez que pensaba en irme, me quedaba un día más. La selva es envolvente, revitalizante, cautivante. 
No lograba decidir para donde seguir. Quería encontrar compañeros de viaje. Pensé que Quito era un excelente lugar para eso. Así fue como pasé de la selva a la Jungla de cemento.

Para los que quieran viajar:
  • La ciudad de Tena no tiene mucho en sí para ofrecer. Pero es puerto de salida para varias excursiones a los parques nacionales que están en la selva.
  • Las excursiones rondan los U$S  200 a U$S 300.
  • Para ir a los parques es imprescindible ir con un guia autorizado y que conozca bien la zona.
  • Es requisito tener la vacuna para la fiebre amarilla.

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