viernes, 14 de junio de 2013

La tierra donde todos los dias hay sol

Llegar a Amaicha fue como volver a casa. Fue muy grande el contraste entre Catamarca, una provincia que pareciera hacer fuerza para que su gente no prospere y Amaicha, que está realizando todo lo posible por salir adelante, romper las cadenas de un pasado que buscó subyugarla.
Actualmente es una comunidad fuerte, en pleno crecimiento y ser testigo de eso me da mucha alegría.

Al llegar fui a saludar a Rody, quien inmediatamente me invitó un té y me ofreció hospedarme en su casa. Pense que iba a quedarme una o dos noches... y al final permanecí diez dias!
La verdad es que Rody es un serhumanazo! Me hizo sentir muy cómoda, como si estuviera en mi casa. Hemos tenido conversaciones muy profundas. Es alguien con quien compartir es muy fácil.
Su hermano me prestó una bicicleta y aproveché para andar bastante. Descubrí que la bicicleta es generadora de alegría!
La casa de Rody es muy hermosa y él está pensando en transformarla en hostel. Uno de los días me pidió ayuda para acondicionar uno de los cuartos, ya que vendrían tres huéspedes que eran funcionarias del gobierno de Tucuman para hacer unas tareas en el pueblo. La idea me gustó tanto, que al final terminamos dando vuelta toda la casa! Estuvo buenísimo!

Rody
Mi tiempo en Amaicha lo dediqué a contribuir con la comunidad. Ayudé en pequeñas cosas... era la mejor forma de estar cerquita y aprender.
Un día acompañé a Eduardo, el cacique, a Tafi del Valle, a un acto de inauguración de la Caja de Ahorro Popular. Tuve el honor de escuchar a una de las copleras y compartir charlas en las que he aprendido mucho de Eduardo.


Acto de inauguración en Tafi del Valle

Hermosa coplera
Eduardo Nieva, cacique de Amaicha y uno de los caciques de Tafi
Durante mi estadía en este hermoso pueblo pude ver como dedican el cien por ciento de sus vidas a la comunidad. También hubo personas que se acercaron para hablarme mal de su gestión, sembrar dudas sobre qué se hacia con el dinero y desconfianza hacia las personas que estaban trabajando. Eso me generó mucho malestar, porque era como si estas personas estuvieran diciéndome: lo que vos ves es una ficción.
Me sumí en una profunda introspección para darme cuenta qué me generaba esa situación. Lo hable con Rody y me di cuenta de que quienes estaban criticando y sembrando estos comentarios sombríos, en realidad no estaban aportando con trabajo, ni con nada a la comunidad. Que curioso, ¿no? 
Aprendí entonces, una vez más, que a este tipo de habladurías es mejor dejarlas en la boca del que quiere calumniar y, para eso, lo mejor es no prestar oídos.
Admiro mucho a Eduardo y el amor que tansmite hacia su tierra y su pueblo. Tiene una forma de liderar que busca la participacion de la gente, que da lugar al aprendizaje y que comprende también valores espirituales. Por eso me gusta estar cerca.
Ahora están construyendo una bodega comunitaria. En pocos meses será una interesante fuente de trabajo y de ingreso para los amaicheños.
Luego de una semana de vivir en Amaicha ya estaba pensando en instalarme. Comencé a averiguar para alquilar una casita, ya había alumnos dispuestos a tomar clases de Yôga... pero me di cuenta que si hacia eso  iba a empezar a sentar raíces y este momento es para seguir camino, conocer, explorar, descubrir.
Con un poco de tristeza seguí viaje, sintiendo que una parte importante de mi está en ese pueblo donde todos los días hay sol.
En cuanto el micro partió hacia Cafayate sentí que estaba bien. Que seguir viaje es lo que toca en este momento.


Para quienes quieran viajar:
  • Acerquence a la casa de Gobernanza y si tienen la oportunidad, conversen con la gente de la comunidad.
  • Para hospedarse recomiendo la casa de Rody, que esta frente a la plaza y tiene muchas manos pintadas en la fachada o el hospedaje de Sebastian Pastrana, quien sabe mucho de historia y hace recorrido muy interesantes.
  • Probar el dulce de cayote con nueces!

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